Identificación de regiones sensibles a la electrocución de aves rapaces: una revisión global

Identificación de regiones sensibles a la electrocución de aves rapaces: una revisión global

AGUILERA-ALCALÁ, Natividad; MARTÍNEZ-MIRANZO, Beatriz; CABRERA-GARCÍA, M. Eugenia; GALLEGO-GARCÍA, Diego; GÓMEZ-ESPÍ, Sergi; MEZQUIDA, Eduardo T.; OROZCO-VALOR, Paula M.; SARASOLA, José H.
CECARA–UNLPam | INCITAP–CONICET | Departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución, Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Complutense de Madrid. Madrid, España | Departamento de Ecología, Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma de Madrid. Madrid, España | Centro de Investigación en Biodiversidad y Cambio Global–Universidad Autónoma de Madrid
natividadaguileraalcala@gmail.com
La electrocución en tendidos eléctricos es una de las causas de mortalidad de origen antrópico más importantes para las aves a escala global. Por su morfología y comportamiento, las aves rapaces son uno de los grupos más susceptibles de morir electrocutadas, con negativas consecuencias para su conservación. Por este motivo, identificar dónde la problemática requiere mayores esfuerzos de conservación resulta fundamental para establecer zonas prioritarias de actuación. En este estudio, realizamos una revisión sistemática de los artículos científicos que evalúan la electrocución de rapaces a escala global con el objetivo de identificar las especies y los tipos de hábitat más sensibles a la mortalidad por electrocución. Evaluamos 101 artículos en los que extrajimos información sobre las especies afectadas, el tipo de hábitat y las características asociadas a la electrocución. Un total de 12416 individuos de 69 especies fueron reportadas en los estudios, de las cuales, el 81.8 % son migradoras, y el 19.5 % corresponde a especies con alguna categoría de amenaza. El Busardo Ratonero (Buteo buteo), el Halcón Sacre (Falco cherrug), y el Águila Dorada (Aquila chrysaetos) fueron las especies con mayor registro de mortalidad. Los países del hemisferio norte fueron los más estudiados, siendo las zonas antropizadas los que registran mayores tasas de mortalidad, seguido por los ambientes de pastizal y matorral. Estos ambientes deben considerarse como zonas de especial prioridad para la adecuación de los tendidos eléctricos y la planificación del desarrollo de infraestructuras eléctricas que resulten seguras a la fauna silvestre.

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