Aves atropelladas en rutas del partido de Puan, Buenos Aires

Las rutas son grandes fragmentadoras de ambientes, por ello los animales que habitan los mismos suelen trasladarse sobre estas. Es aquí donde se encuentran normalmente en peligro por los vehículos que circulan, muchas veces a altas velocidades, dependiendo del tipo de camino. Las aves además de cruzar los caminos también utilizan los bordes y banquinas por las ofertas de refugio, alimento y sitios de nidificación que les brindan. Se relevaron 35 kilómetros de la ruta provincial 76 entre las localidades de Darregueira y 17 de agosto y 17 kilómetros de la ruta provincial 33 entre Bordenave y Azopardo, cubriendo una faja de 30 metros a ambos lados del camino para la búsqueda de muestras. Estas rutas corren entre campos agrícola-ganaderos con un alto grado de modificación; un tramo de la ruta 76 pasa por pequeñas lagunas con escasa vegetación. Las recorridas fueron realizadas en bicicleta cada 15 días durante el periodo mayo 2006 a junio 2007. Se hallaron 41 individuos muertos de 23 especies diferentes. Las más afectadas fueron el inambú chico (Nothura maculosa) 9,8%, la paloma casera (Columba livia) 9,8%, la torcaza (Zenaida auriculata) 9,8% y la lechucita de las vizcacheras (Speotyto cunicularia) 7,3%. Se observaron una gran cantidad de restos de aves llevados por carroñeros como carancho (Polyborus plancus), chimango (Milvago chimango) y jote cabeza colorada (Cathartes aura), por lo que es muy probable que la proporción de aves muertas en los caminos sea mayor a la que podría estimarse en función de la muestra hallada. La velocidad promedio de circulación de los vehículos fue de 100 km/h, con una separación de 10 minutos entre vehículos durante el día y de 30 minutos en horario nocturno. En esas rutas no hay carteles indicadores de velocidades máximas, ni que alerten sobre la presencia de animales en las banquinas.