Relevamiento ornitológico, modificación ambiental y conservación de la avifauna en una zona del Paraguay oriental

Se considera un área triangular cuyos vértices son Itacurubí al oeste, Ypé Jhú al noroeste y Saltos del Guayrá al noreste, comprendiendo aproximadamente 20.000 kilómetros cuadrados de los departamentos Caaguazú y Canindeyú. Se trata de una región caracterizada fisiográficamente por abarcar las cuencas superiores de los Ríos Jejuí Guazú y Yhaguy que se vierten en el Río Paraguay, y los Ríos Carapá y Piratiy que lo hacen en el Alto Paraná. Está bordeada al norte por la Cordillera de Mbaracayú y al este y sudeste por la Sierra de San Joaquín. Enteramente incluída en el área de la Selva Subtropical Oriental, presenta hacia el sureste, entre Mbutuy y Coronel Oviedo y entre esta última localidad e Itacurubí, formaciones ecotonales con los «campos». En los últimos veinte años toda el área experimentó una fuerte transformación, pasando de selvática a deforestada, en un porcentaje superior al 70%, por talado, «roza» e introducción de agricultura y ganadería. Al respecto, hay que distinguir tres secciones: 1) el vértice occidental, desde Itacurubí a Mbutuy, que está incluída en la antigua «área nuclear» de la economía histórica del Paraguay, con predominio de la explotación ganadera; 2) la cuenca superior del Jejuí Guazú, rodeado por Yvyraity al oeste y Santo Domingo al este, sometida a un proceso casi total de talado y «roza», particularmente en la última década, con minifundización de la tierra y cambio drástico de las condiciones ambientales, y 3) el área preserrana y serrana del norte y el noreste, con desmonte activísimo, incremento demográfico muy alto y parcelación extrema del territorio en el que se produce una intensa ingresión brasileña. La accesibilidad ejerce en este sector un fuerte condicionamiento del desmonte, subsistiendo, en consecuencia, un mosaico de desmonte y de relictos forestales, especialmente en el ambiente serrano. Considerando los antecedentes de investigación ornitológica en el área, sólo existen unas pocas referencias puntuales y antiguas (todas con más de medio siglo) por lo que puede aseverarse que el bosque desapareció sin que siquiera se conociera su avifauna. En consecuencia, resultan especialmente valorizadas las pocas zonas subsistentes, restringidas a la alta cuenca del Jejuí Guazú y a los valles y estribaciones serranas aún poco desmontadas, en las que todavía hay cierto grado de subsistencia de la avifauna original. Entre esas zonas relictuales la única significativa es la situada al este de Ygatimí (entre los paralelos de 24° y 24° 20′ de latitud sur y los meridianos 55° 15′ y 55° 32′ de longitud oeste, aproximadamente), que comprende cerca de 90.000 hectáreas, de las cuales al menos el 25% es todavía bosque virgen y gran parte del resto sucesión secundaria densa y alta con relictos selváticos. Dado que el ritmo de deforestación en el Paraguay, estimado por la FAO, es de cerca de 100.000 hectáreas por año, es muy posible que si no se prevé con urgencia el manejo adecuado de la selva subsistente, ésta desaparezca muy pronto, ya que la actividad forestal y maderera se va a concentrar en las pocas áreas que conservan cobertura boscosa. Se han efectuado estudios en la selva remanente estimando su avifauna y varios censos a lo largo de las rutas que cruzan la región desmontada. De los resultados obtenidos se puede concluir: 1) La avifauna propia de la selva subsistente es comparable por su riqueza y diversidad a la de otras localidades representativas del mismo tipo de formación, como el Parque Nacional Iguazú, en la Argentina. 2) Esa avifauna desaparece completamente en las zonas alteradas y desmontadas. 3) Es reemplazada secundariamente por otra avifauna de tipo antropocoro, peridoméstico y con cierto aporte del cerrado y de los campos, aunque aún muy inestable y muy fluctuante en cuanto a su diversidad y fenología. 4) Dado que la deforestación se concentra en el Paraguay Oriental a un ritmo de 40.000 hectáreas por año y que la superficie protegida formalmente no pasa en todo el Paraguay del 2% de su superficie, es necesario valorar el tiempo como factor decisivo si se quiere conservar alguna representación de la selva original y de su avifauna: las amenazas en cierne no permiten operar con plazos mediatos. 5) La creación de un Parque Nacional o cualquier otra figura conservacionista en la alta cuenca del Jejuí Guazú, al este de Ygatimí, es la única alternativa posible ante la perspectiva de su arrasamiento a corto plazo.