Diferencias en el comportamiento de la Paloma Común (Columba livia), en situación conflictiva entre demandas sexuales y de consumo

El objetivo del trabajo ha sido examinar el comportamiento de machos y hembras ante una situación conflictiva, cual es la restricción de alimento y de las pulsiones sexuales limitadas, cuyas demandan pueden ser satisfechas en el espacio y el tiempo. Seis grupos de palomas adultas (compuestos cada uno de dos machos y una hembra, mantenidos durante el intervalo inter experiencias en jaulas individuales, aislados visualmente, al 80% de su peso libre) fueron observados durante 30’ en un recinto de 1,5 x 1,5 x 2 m con piso de grancilla por un período de 4 semanas consecutivas. Se atendió a la emisión de 22 patrones de comportamiento durante la interacción. A los efectos de tratamiento estadístico fueron agrupadas las conductas pertinentes en las categorías: agresivas-sexuales-consumo. Fueron consideradas como status alfa y beta aquellos machos cuya proporción entre la conducta emitida de persecución fuese mayor que la de huida respecto del animal con el que aconteció la interacción. Los animales alfa, en un 83%, son los que también alcanzan el nivel de primacía en la conducta sexual, consiguiendo mantener dicha situación y copular. La primacía sexual establecida a partir del 3-5 día, sufriendo un brusco incremento dicha actividad y acompañada por un acentuamiento de la conducta agresiva entre el 8-12 día, manteniéndose prácticamente la misma pendiente que los primeros 8 días hasta el final de la experiencia. Si atendemos al hecho que del total del consumo los animales alfa alcanzan el 39%, los beta el 29% y las hembras el 31% no existen diferencias significativas; en tanto que los animales alfa tienen el 61% de las conductas agresivas y el 56% de las conductas sexuales emitidas, nos permite interpretar que el despliegue mayor de conductas agresivas tiende más a sostener la primacía sexual que la alimentaria. Los animales beta alcanzan un 34% de las conductas agresivas emitidas y solo un 15% de las sexuales, por lo que la agresión estaría en estos animales más al servicio de la conducta de consumo, quedando relegada la conducta sexual que es activada tal vez por la mayor conducta sexual de los alfa hacia el 8-12 día y ligada más a la conducta de interrumpir la cópula de los animales. La menor agresión de las hembras, 9%, está casi exclusivamente al servicio de la conducta de consumo. Alcanza un 24% del volumen general de la conducta sexual.