Una experiencia piloto de uso sustentable del Loro Hablador (Amazona aestiva) en el norte argentino

El Loro Hablador (Amazona aestiva) es una de las especies de aves silvestres cuya utilización como mascota tiene mayor arraigo cultural en el país. Entre los años 1980 y 1991 fueron comercializados legalmente unos 500.000 ejemplares para exportación y mercado interno, sin pautas básicas de manejo y en volúmenes y modalidades sin duda perjudiciales para la especie. Además, nunca se atendió el principal problema de conservación: el acelerado reemplazo de los bosques de transición por cultivos y el empobrecimiento del chaco por deficiente manejo forestal. Desde el cierre de las exportaciones en 1992, no solo se acentuó la destrucción ambiental, sino que se continuó la extracción para uso local y mercado interno, en gran parte ilegal. Aunque la especie aún presenta poblaciones numerosas, particularmente en el noroeste, su conservación se va comprometiendo en forma progresiva. En 1990 se iniciaron investigaciones biológicas sobre la especie buscando, además, modalidades de uso que valoricen el ecosistema en pie para evitar su reemplazo y proporcionar alternativas de subsistencia a los pobladores locales. Entre octubre de 1995 y febrero de 1996 se realizó una experiencia piloto de extracción y comercialización para poner a prueba un conjunto de normas de aprovechamiento que fueron postuladas como sustentables. Se establecieron cuotas máximas de extracción para cada área involucrada, se identificaron árboles-nido y ejemplares con placas y anillos numerados respectivamente para facilitar el control, se fijaron condiciones de acopio y transporte, se aseguró la rentabilidad de los eslabones inferiores de la cadena de comercio y se fijó un sistema de adjudicación de cupos de exportación por licitación con el fin de asegurar fondos para conservar los hábitats de la especie. La captura de ejemplares se realizó dentro de cuatro áreas bajo propiedad aborigen (etnias Wichí y Pilagá) en Formosa y Salta. Se evaluó el cumplimiento de las normas postuladas, que involucraron tanto aspectos biológicos como la actividad de los privados, los controles estatales y la rentabilidad del sistema. La experiencia fue exitosa en cuanto al cumplimiento de las normas por parte de los sectores particulares. La rentabilidad por ejemplar fue más que aceptable a pesar del bajo número de individuos colectados en esta experiencia (60). Se presentaron inconvenientes en los aspectos administrativos, principalmente por la casi ausencia de controles por parte de los organismos pertinentes.