Las cavidades profundas impiden el acceso de un depredador de nidos, el Gavilán Patas Largas (Geranospiza caerulescens)

Aunque son sitios de nidificación relativamente seguros, las cavidades de árboles son susceptibles a una amplia gama de depredadores. Para identificar las características de las cavidades que impiden el acceso por depredadores, es necesario examinar cavidades atacadas y comparar sus medidas entre nidos depredados y nidos donde el intento de depredación fracasó. El Gavilán Patas Largas (Geranospiza caerulescens) detecta nidos visualmente, de día, se sujeta del árbol con una de sus patas, aleteando, mientras ingresa la otra pata en la cavidad para remover el contenido. Hipotetizamos que su éxito de depredación aumentaría con el tamaño de entrada de la cavidad y disminuiría con la profundidad vertical y el ancho de la pared. Mediante cámaras time lapse y observaciones directas en el Chaco Húmedo de Argentina, durante las temporadas reproductivas 2016−2019, detectamos intentos de depredación sobre nidos de 13 especies de aves en 29 cavidades. Los Gavilanes Patas Largas extrajeron pichones de 6 especies de aves de 11 cavidades. En los modelos de regresión logística, la única característica que disminuyó el éxito de depredación fue la profundidad vertical de la cavidad. Todas las cavidades depredadas tuvieron < 40 cm de profundidad vertical. Seleccionando cavidades profundas, las aves reducen el riesgo de depredación por un depredador que ingresa sólo una parte del cuerpo (las patas). Son necesarios estudios similares en otras partes del Neotrópico y con otros tipos de depredadores (e.g., serpientes, mamíferos, tucanes), para entender cómo la comunidad de depredadores y la disponibilidad de cavidades interactúan en el éxito de los nidos.