Doble hogar: versatilidad reproductiva en el zorzal más austral

Al determinar la supervivencia y desarrollo de huevos y pichones, los rasgos del nido están sujetos a selección, afectando la aptitud reproductiva del progenitor. Los paseriformes se reproducen en nidos abiertos (tazas donde el contenido está expuesto) o cerrados (huecos en árboles, rocas o barrancos, domos). El tipo de nido suele ser característico de una especie, siendo pocas las especies facultativas. Analizamos los nidos del Zorzal Patagónico (Turdus falcklandii) en toda su distribución andino-patagónica (30,6°-55°S). Utilizamos datos de campo propios (n = 50), de ciencia ciudadana (eBird, iNaturalist, EcoRegistros, comunicaciones personales, n = 45) y de fuentes bibliográficas (n = 6). Todos los nidos consistieron en una copa voluminosa de materia vegetal, generalmente afirmada con barro. En áreas antropizadas (n = 51), las copas se asentaron sobre vegetación nativa y exótica, principalmente en cercos o arbustos densos , o en árboles foliosos; estos nidos se caracterizaron por ser expuestos (n = 27) o semicubiertos con vegetación (n = 28). El resto de los nidos analizados fueron cerrados, construidos dentro de cavidades arbóreas (n = 46) a resguardo de la lluvia o nieve, en bosques montanos de Lenga (Nothofagus pumilio) sin sotobosque, con gran amplitud térmica diaria todo el año. La amplia dieta del Zorzal Patagónico y su alta tolerancia a la presencia humana, junto con su versatilidad para nidificar en nidos abiertos a cerrados, podrían explicar su gran éxito ecológico. No sólo es el ave residente más abundante en su distribución original sino que está expandiéndose hacia norte y este, alcanzando nuevos ambientes y ecorregiones.