¿Dispersión letal asistida en la costa patagónica? Presencia de la Lechuza de los Campanarios (Tyto alba) en el Mar Argentino

Los factores climáticos, como fuertes vientos y tormentas, afectan los movimientos dispersivos de las aves. Durante censos de aves marinas que interactúan con la pesca del langostino en el Golfo de San Jorge (Chubut y Santa Cruz) observamos un individuo de Tyto alba, que se desplazaba entre los barcos que trabajan en el área de estudio (a 37 km de la costa) y usaba el tangón de la embarcación (brazo lateral que arrastra la red) como percha. Estudios previos en la zona no reportaron la presencia de alguna rapaz en el Mar Argentino, como tampoco las entrevistas realizadas a marineros. Para explicar este hallazgo consideramos dos situaciones simultáneas: la alta población de strigiformes en la costa patagónica y los fuertes y frecuentes vientos del oeste. La primera tiene su origen en el uso de venenos para el control de carnívoros. Esto ha provocado un fuerte decremento en varias especies de rapaces diurnas y mamíferos carnívoros, liberando así de sus predadores naturales a las nocturnas. En el caso de la segunda circunstancia, días previos al registro los vientos fueron fuertes y predominantes del oeste. El efecto del viento ha ocasionado la presencia de esta especie en plataformas marinas en el Mar del Norte y en la costa australiana. Estas lechuzas también son encontradas en las islas Malvinas, muchas veces en condiciones débiles o incluso muertas y son consideradas vagantes de origen continental. Esto podría explicar la llegada de estas lechuzas a las islas, pudiendo entonces utilizar en su recorrido a los barcos para descansar.