El control de plagas agrícolas y el riesgo de mortandad para aves en Argentina: lecciones aprendidas

Los insecticidas organofosforados (OP) y carbamatos (CA) son ampliamente usados en cultivos agrícolas para protección de plagas insectiles. Pueden ser letales para aves por intoxicación directa o envenenamiento indirecto. Los casos más extremos documentados fueron por uso de Paration en arroceras de Santa Fe y Monocrotofos para controlar tucuras en pasturas y pastizales pampeanos. Como consecuencia, se observó mortandad masiva de aves acuáticas, de Buteo swainsoni, y otras especies residentes entre 1996 y 2002. Recientemente, miles de aves murieron por uso de OP en cultivo de trigo en Entre Ríos. Los análisis forenses indicaron efectos de este y otros insecticidas de la misma familia. Mayormente, los usos no correspondieron con las recomendaciones de los marbetes. Otros relevamientos independientes muestran proporciones de mal uso muy importantes, generando niveles de riesgo altos y ampliamente distribuidos en la región pampeana. Los incidentes de mortandad y riesgos estimados con el modelo ecotoxicológico de Mineau 2002, en 875.000 ha, indicaron 30% (n=1534) de productores con riesgo de mortandad de aves en sus campos. El relevamiento de 8 millones de ha (2002) indicó que 14% (n=4700) de agricultores observaron mortandad de aves en sus campos. Estos y datos recientes (2008) muestran que debe prestarse mayor atención a problemas de conservación para aves silvestres derivados del uso de agroquímicos. Otros factores como pérdida de hábitat y condiciones climáticas, pueden potenciar efectos que pongan en riesgo las poblaciones asociadas a agroecosistemas. Más de 10 años de experiencia desde las mortandades masivas de 1996, dejaron enseñanzas sobre prioridades y modos de articulación institucional e interdisciplinaria necesarios para resolver problemas de la índole discutida.