Análisis tafonómico de restos de microvertebrados consumidos por el Caburé Chico (Glaucidium brasilianum, Strigiformes, Strigidae) en el Chaco Seco

En este trabajo se presenta un análisis preliminar del estado tafonómico de restos de microvertebrados consumidos por Glaucidium brasilianum (caburé chico), destacando que hasta el momento no existen antecedentes sobre tafonomía de esta rapaz. G. brasilianum es la lechuza más pequeña de América, presenta hábitos diurnos y anida en cavidades naturales de árboles, se distribuye desde el sudoeste de EEUU hasta Argentina central. Los escasos trabajos publicados acerca de su dieta, describen a esta rapaz como depredador generalista. La muestra se recolectó en la Reserva Loro Hablador, provincia de Chaco, Argentina, conformada en su mayor parte por egagrópilas disgregadas, algunas enteras y otros restos. Se identificaron 21 especies presas con un MNI total de 70. Las aves representaron el principal ítem presa (43% del MNI total), seguido por los insectos (29%), reptiles (16%) y mamíferos (13%). El zorzal chalchalero (Turdus amaurochalinus), el lagarto espinoso (Tropidurus spinulosus) y los roedores Graomys griseoflavus y Galea musteloides fueron las especies más consumidas. El 44.9% de los huesos estaban enteros y no presentaban marcas de acción digestiva, correspondían a animales más grandes, que aún conservaban parte del tejido epidérmico adherido al hueso (e.g. ranfotecas, podotecas, escamas). Posiblemente esto se deba a que ante la dificultad de poder ingerir la presa por su mayor tamaño, la lechuza desprendió los tejidos blandos del hueso, dejando parte del tejido epidérmico. El 62.42% de los restos ingeridos estaban fracturados y el 75.5% presentó evidencias de corrosión digestiva, siendo la modificación grado fuerte, la más frecuente (30.7% del NISP total). Este análisis preliminar revela que G. brasilianum posiblemente se encuentre en la categoría de modificación fuerte. Ésta es una característica inusual entre los Strigiformes, que en general no fracturan los huesos, porque tragan a sus presas enteras y afectan de leve a moderadamente los restos óseos por acción digestiva. Las conclusiones arribadas, podrían ser extrapoladas a interpretaciones de conjuntos fósiles paleontológicos y zooarqueológicos.